Si en 2017 el Panda Raid fue el bautizo del departamento del ciclo Electromecánica de Vehículos Automóviles del CIFP Emilio Campuzano LHII en proyectos de aprendizaje que transcienden las paredes del aula, 2018 y 2019 han supuesto su consolidación.
La primavera pasada “el Panda de Atxuri”, con más de 30 años a sus espaldas y dos participaciones en el Panda Raid, volvió a rugir en una prueba de resistencia gracias a la ilusión y compromiso del alumnado y los docentes de este ciclo. Esta vez en la Spain Classic Raid. Una prueba de 2.100 km para vehículos clásicos, que deben completar, a no más de 50 km/h, las 8 etapas en pista que unen Barcelona con Madrid. “En este raid lo importante es la orientación y tener habilidades mecánicas para mantener el coche a punto”, asegura Mitxel, docente del centro. Unas habilidades que los dos alumnos que participaron tuvieron que poner en valor preparando el automóvil y durante la prueba, no sólo realizando ajustes a su coche, también ayudando a otras parejas participantes.
En verano los motores de combustión dieron paso a la energía eléctrica. La primera edición de Euskelec guió los esfuerzos y dedicación del alumnado y docentes del ciclo, quienes fabricaron un bólido para este Campeonato de Vehículos Eléctricos. Un proyecto transversal en el que intervinieron estudiantes de varias familias formativas como Electricidad y Electrónica, Instalación y Mantenimiento o Artes Gráficas. Y que, otra vez, sirvió para potenciar el trabajo en equipo y el aprendizaje a través de retos al tener que superar desafíos técnicos y organizativos. “Detrás de un proyecto de este tipo hay muchas horas de voluntariado y de ilusión”, subraya Juantxu, otro de los docentes del ciclo. Un esfuerzo que el alumnado ve recompensado por el aprendizaje adquirido y por las excelentes prestaciones que demostró el coche en Vitoria el junio del año pasado y que les permitió quedar terceros en la general y segundos en diseño. Unos resultados que este año están dispuestos a corroborar en la segunda edición de Euskelec que se celebrará a principios de junio en Donostia.
Pero los éxitos en los campeonatos y la experiencia en raids, si bien suscriben el trabajo bien hecho, no son el objetivo. La participación en este tipo de eventos son la excusa que este equipo docente encuentra para ampliar las competencias profesionales y personales de su alumnado. Gracias a ellas, los estudiantes de Electromecánica de Vehículos Automóviles encuentran en el CIFP Emilio Campuzano LHII retos que les ayudan a profundizar en sus conocimientos técnicos y en competencias transversales como el trabajo en equipo, el liderazgo, la creatividad o la comunicación. Unas capacidades que no pasan desapercibidas en el ámbito empresarial, tal y como señala Juantxu: “el año pasado en Euskelec el jefe de personal del departamento eléctrico de una importante empresa vasca de automoción ofertó un puesto de trabajo a un alumno del quipo”.
A fin de cuentas, este es el objetivo de la FP. Capacitar profesionales que sean capaces de responder a las necesidades del sector productivo. Por suerte, en el campo de la automoción existen muchas iniciativas que ayudan a consolidar y completar la formación formal. Oportunidades que exigen voluntad y esfuerzo, pero que redundan en la capacitación del alumnado y en la propia mejora continua del centro. Quizás sea por esta certeza por la que el equipo de docentes no quiere dar por concluido este curso escolar sin participar en el Hiperbaric Challenge, el desafío para el diseño, construcción y prototipado de un coche de inercia.
A combustión, con baterías o con la propia inercia, este equipo va sobre ruedas, ¡no le echen el freno!